Tras la aparición de las imágenes de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia, han sido muchas las consecuencias en la Casa Real y en el púbico en general. Sin embargo, si hay alguien que ha salido directamente perjudicada, esta ha sido la infanta Cristina, que en este momento se encuentra con paradero desconocido y causa cierta preocupación.
Como era de esperarse, el estado de ánimo de Cristina es muy malo, aunque en algún momento se haya manifestado lo contrario. Pilar Eyre asegura haber hablado con personas muy cercanas a ella que no dudaron en afirmar que "está hecha polvo". Parece lógico pensar que ha decidido refugiarse hasta que pueda recomponerse o hasta que el ruido mediático se calme. En ese contexto, imaginar que se ha resguardado en su casa de Ginebra sería extraño, porque sería el blanco ideal para la prensa.
Descartando esa locación, quedan algunas pocas en las que podría encontrarse. El Palacio de la Zarzuela, buscando consuelo en su familia, Portugal que por motivos de trabajo se ha transformado en una especie de segundo hogar y Abu Dabi, lugar en el que don Juan Carlos se encuentra exiliado hace poco menos de dos años. Haciendo un análisis rápido, las dos últimas opciones podrían ser las más viables.
No caben dudas de que lo sucedido ha sido muy duro para la infanta Cristina, que aún no puede reacomodar las piezas que han caído tras la confirmación de la infidelidad. Alejarse e intentar recomponerse parece ser la mejor opción para preservar la salud y volver a empezar, prescindiendo de quienes le hicieron daño.