Cristina y Victoria Iglesias mantienen una vida a puros lujos y excentricidades. Gracias a la fortuna de su padre, Julio Iglesias, las gemelas forman parte del jet set español, puesto que tienen todas las posibilidades y no se les niega nada. Ahora, el cantante reveló algunas cosas que hace para malcriarlas. Te contamos todos los detalles en esta nota.
Días atrás, te contábamos que las hermanas celebraron los 20º años en su increíble mansión en Punta Cana, donde pasan los veranos. A pesar de ser jóvenes, ya participaron de una gala de MET (el evento de moda más importante) y una tapa de revista en Harper's Bazaar. Ahora, también lanzarán su primera línea de cosmética wellness. Con base en esto, Cristina y Victoria concuerdan en esta reflexión: "Tiene que servir para ayudar a otras personas. Desde el momento en que eres una persona conocida, se te abren muchas posibilidades de ayudar. Recaudar fondos, por ejemplo, o crear tu propia fundación".
Niñas consentidas
Lo cierto es que ellas pasan la mayoría de su tiempo con su madre y su padre en una de las residencias más lujosas de Punta Cana, Miami y España. Pero lo que muchos fanáticos de la familia no conocían, era los lujos que invaden la vida de las jóvenes.
Tanto Cristina como Victoria Iglesias reciben el apoyo de su padre para cada nuevo emprendimiento o capricho que se les ocurre. Ahora, invirtió en su wellness para que puedan meterse en el mundo de los negocios. La línea de cosméticos y suplementos dietarios se llamará My Tribeü.
Además, las hijas de Miranda Rijnsburger también tienen por costumbre, tomar clases de equitación. Es una de sus actividades diarias, por lo que tienen su propio establo (y clases de equitación especiales) en cada mansión en la que viven.
Otro de sus lujos tiene que ver con su jet privado. En una de las últimas fotos, se puede ver a una de las hijas del cantante totalmente dormida en un trayecto de viaje, mientras otro de sus hermanos le juega una inofensiva broma. Siempre que viajan, utilizan el jet de manera que no tengas que pasar por ningún aeropuerto. ¡Qué divas!