El vínculo entre Ana María Aldón y Gloria Camila en el último tiempo se colmó de tensión y presentó distanciamiento por parte de ambas. La separación de la diseñadora de modas con el padre de la graduada en marketing han colocado a las féminas en veredas diferentes. Por un lado, la madre de Gema reclamando sus derechos civiles tras la unión conyugal y los beneficios para su hijo, José María; y, por otro lado, la heredera de Rocío Jurado, quien ofició como una red de contención para su progenitor en lo que fue la mirada de la prensa. Al parecer, las discordias quedaron de lado y protagonizaron un acercamiento con aire de reconciliación.
Según los rumores, tanto Ana María Aldón como la heredera de la legendaria artista popular nunca habían logrado afianzar un trato de amistad durante los diez años en el que conformaron la unión sentimental con José Ortega Cano. Hasta se ha llegado a asegurar que uno de los motivos que desencadenó la crisis fue la actitud de su hijastra con la colaboradora televisiva, cuyo conflicto más significativo fue el rifirrafe en elevado tono de voz que protagonizaron en julio.
En otras palabras, para ver al diestro, la hermana de Rocío Carrasco prefería hallarse unos kilómetros con él para evitar de forma rotunda la presencia de Ana María Aldón. Sin embargo, al parecer, ha quedado todo en un mal recuerdo y las mediáticas han podido hacer las paces. Esto quedó confirmado tras ser pillada la oriunda de Latinoamérica saliendo junto a su novio David de la residencia del torero en la que llamativamente también estaba la exesposa de su padre.
Según deslizaron algunos periodistas, Ana María Aldón había asistido a la vivienda para estar en compañía de su descendiente durante el duelo entre la selección nacional y Marruecos. Sin embargo, la guardia de los paparazzi habían cachado a Gloria Camila abandonando la casa luego de la derrota por penales con una actitud que denotaba serenidad. Si bien la fémina no ha desvelado si habló con la madre de su hermano menor, todo indica que al menos pudieron convivir debajo del mismo techo al menos unas horas.