Esther Doña y Tamara Falcó estuvieron enfrentadas desde la muerte de Carlos Falcó por su herencia. Luego de dos años, pudieron ponerse de acuerdo, mejoraron su relación y se dividieron los bienes. Es así que la nueva marquesa de Griñón quedó a cargo de algunas obligaciones de su padre junto a sus hermanos. De esta manera, todos continúan con el legado que dejó en esta tierra y agradecieron la buena predisposición de su viuda.
“Ha sido una transición y una testamentaria ejemplar, donde los cinco hermanos lo hemos hecho muy bien y hemos llegado a un acuerdo con ella”, había dicho al respecto Xandra, la hija mayor. Uno de los puntos clave de la herencia era el Palacio El Rincón, donde Carlos Falcó vivió sus últimos días junto a Esther Doña. Tamara Falcó y su hermano mayor Manolo quedaron encargados de esta propiedad y buscan revitalizarlo.
Tamara y su hermano están muy comprometidos con este proyecto para dejar vivo el legado de su padre. Además, los hijos de Carlos Falcó también están involucrados en el negocio vinícola, siendo Manolo quien está a cargo junto a Xandra. Ella es quien quedó como dueña del 33% del palacio de Mirabel, lugar donde próximamente se casarán Álvaro Falcó e Isabelle Junnot. Los más chicos de la familia, Duarte y Aldara, son los únicos que no están involucrados en nada.
Todos los hijos mayores de Carlos Falcó han heredado un título nobiliario. Manuel, el mayor e hijo de Jeannine Girod del Avellanal, es el marqués de Castel-Moncayo. Xandra, hija también de la suiza, es la marquesa de Mirabel. Luego, con Isabel Preysler tuvo a Tamara Falcó, quien pasó a llamarse la marquesa de Griñón por propia decisión de su padre. Por último, Duarte y Aldara, los más jóvenes aún no poseen ningún título.