El tiempo corre y sin darnos cuenta ya pasó un año del alboroto que sacudió a la realeza española; y es que fue por enero de 2022 cuando salió a luz la infidelidad de Iñaki Urdangarin a su esposa, la infanta Cristina, tras haber anunciado una interrupción a su matrimonio. Unión que aún no han deshecho, según trascendió, por un acuerdo entre ambas partes.
Según lo que se pudo saber la separación de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, estos quieren que sea lo menos polémica posible: buscan que nada de lo que ocurra en los juzgados trascienda a los medios, por lo que cada paso que se ha dado ha sido efectuado con suma cautela. Igualmente cabe recordar que la calma que envuelve a la realeza española no siempre ha sido así.
Y es que cuando salió a luz la infidelidad de Iñaki Urdangarin con su compañera de trabajo, Ainhoa Armentia, la infanta Cristina se tomó ciertas revanchas tras el engaño. Uno de los gestos más amargos fue la asistencia de la hija de doña Sofía a las dos bodas de los sobrinos de Iñaki Urdangarin, mientras él no asistía.
Ciertas actitudes de la infanta Cristina no le han causado gracia al rey Juan Carlos I, quien ya había visto en la cárcel a su yerno Iñaki Urdangarin. El motivo principal para socorrerlo era la estabilidad familiar, ya que no se podían permitir más escándalos de ningún tipo; todo debido a que la imagen del deportista llorando desconsoladamente ya había causado bastante revuelo. Fue por ello que el rey emérito pudo ayudar al deportista a que la infanta Cristina cesara con las polémicas en público.