Ha sido una semana llena de incógnitas sobre la presencia de la reina Sofía en los Premios Princesa de Asturias. El asunto se robó por completo la atención de la prensa. Solo se tenía la certeza de que la madre de Felipe VI acudiría junto a la infanta Elena a la boda de su sobrino Philippos de Grecia.
El hecho llegó a ser preocupante para los amantes del mundo royal, ya que sería la primera vez en 40 años que la reina Sofía dejaría de asistir a la entrega de los Premios Princesa de Asturias. Y aunque nunca hubo confirmación por parte de la Casa Real, era muy difícil - sino imposible - que la agenda de Doña Sofía pudiera atender a los dos eventos a la vez.
Por una lado, la boda real griega - que se está celebrando en Atenas desde ayer viernes - durará todo el fin de semana y esta misma tarde será la ceremonia religiosa. En la noche de ayer se había planeado una cena previa al enlace en la que la reina era una de las invitadas más exclusivas. Sin embargo, y para sorpresa de todos, doña Sofía se mostró fiel al evento nacional y acudió a Oviedo en la tarde del 22 de octubre.
Mientras los reyes y sus hijas recibían a los patronatos de la fundación Princesa de Asturias, la reina Sofía llegó al Hotel de la Reconquista después del mediodía. Desde 1981 la reina emérita acude a la entrega de los galardones y esta no sería la excepción. Como si fuera poco el honor de contar con su presencia una vez más, sorprendió a todos con un impactante outfit otoñal.
Se trató de un vestido abrigo de satén con un botón en el centro en carey, de corte midi y manga larga con estampado floral y un llamativo degradé en tonos cálidos, que deslumbró a los asistentes del evento. La reina emérita posó junto la princesa Leonor, para quien sin duda es uno de los días más importantes del año y en el que pronuncia su discurso por tercera vez. En definitiva, la presencia de doña Sofía es una muestra del apoyo y el cariño que siente hacía su nieta y heredera al trono.