Son varios los integrantes de la realeza que tienen una gran afición a las bebidas. Algunos de ellos prefieren tragos con alcohol, otros eligen la cerveza y una minoría son abstemios. Es muy común que en las casas reales existan barras para servirse cócteles o como solemos ver en las series, algún asistente se acerca con una bandeja para ofrecerles una bebida.
La reina madre del Reino Unido, Isabel Bowes-Lyon, tenía una gran afición por las bebidas alcohólicas, sobre todo por la ginebra; y contaba con la complicidad de su mayordomo quien la cubría. Mientras que la reina Isabel II confirmó que su aperitivo favorito es el Dubonnet, una bebida dulce a base de vino. Y el recientemente fallecido, Felipe de Edimburgo prefería la cerveza.
Siguiendo con la familia real británica, el príncipe Guillermo también se ha declarado fanático de la cerveza; mientras que su esposa ,Kate Middleton, es más de los cócteles. El principe Carlos tiene preferencia por el licor de brandy de cereza y Camila Parker Bowles opta por el gin tonic. Quienes conocieron a Diana de Gales recuerdan que a ella le fascinaba el bellini de melocotón.
Por su parte, Harry y Meghan son quienes más alejados están de las bebidas alcohólicas y optan por llevar una vida sumamente sana. Lo mismo sucede con la reina Letizia, quien es abstemia y se inclina por la kombucha, una bebida refrescante y con propiedades probióticas. Por su parte, el rey Felipe VI es otro integrante del club de la cerveza.