El próximo miércoles, la selección se estrena en el Mundial de Qatar frente a Costa Rica, en la primera jornada correspondiente al grupo E. Lógicamente, el rey Felipe tendrá un lugar de privilegio reservado en el palco del estadio Al Thumama de Doham, aunque asistirá a la cita sin la reina Letizia, que habría decidido negarse a asistir como protesta contra el país organizador del certamen.
Quien sí tenía intenciones de estar presente en el cotejo era Juan Carlos, que actualmente reside en Abu Dabi, la capital de Emiratos Árabes, localidad ubicada muy cerca de Catar. Sin embargo, según confirmó gente cercana al Emérito, su hijo se habría negado a que esto sucediera.
Las fuentes afirman que el rey Felipe le pidió a su padre que no asista al estadio, ya que considera que no es oportuno que tuviese una aparición pública en un ámbito donde se iba a encontrar rodeado de aficionados españoles. Una explicación oficial que no termina de convencer al Emérito, que piensa que su hijo no quiere que lo puedan fotografiar junto a él.
De esta forma, el rey Felipe no solo fulmina las intenciones de Juan Carlos, sino que parece sembrar las bases para un nuevo conflicto familiar. Resulta evidente que la imagen del Emérito dista de ser la ideal y es por eso que su hijo no tiene intención en tenerlo cerca suyo, al menos de una manera tan pública.