En marzo de 2020, la reina Isabel II y Felipe de Edimburgo dejaban el Palacio de Buckingham para instalarse en el Castillo de Windsor. El traslado fue comunicado como momentáneo hasta que pasase la pandemia de coronavirus. Dos años después, y ya sin su esposo en vida, la monarca decidió que no regresará a la residencia oficial.
El Palacio de Buckingham ha sido la sede oficial de la monarquía británica desde 1837. La reina Isabel II acaba de cumplir siete décadas en el trono y ya se encuentra recuperada de su contagio de coronavirus. Según informa el "Daily Mail", el deseo de la soberana es no volver al centro de Londres y quedarse en el condado de Berkshire.
Teniendo en cuenta sus 95 años y los problemas de movilidad que ha presentado últimamente, lo mejor para la reina Isabel II es evitar los largos desplazamientos. Es por ello que la monarca habría tomado la decisión de no volver al Palacio y trasladar el centro de operaciones y de administración al Castillo.
La reina Isabel II ya ha recibido en Windsor al presidente de Estados Unidos, Joe Biden. Las visitas con el primer ministro británico se seguirán llevando allí y para el resto de las reuniones continuará realizándolas de forma virtual, siempre que sea posible. En el Castillo ha sido donde falleció Felipe de Edimburgo y donde se encuentran sus restos.