Cuando alguien forma parte de la realeza, es común que surja el pensamiento de que esta persona vive una vida de ensueño; sin embargo, muy pocas veces sus historias tienen un final feliz. A principios de este año el matrimonio de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina llegó a su fin, luego de que el exduque de Palma fuera captado por las cámaras en un romántico paseo en la playa junto a su compañera de trabajo, Ainhoa Armentia.
Tras las instantáneas, la separación del matrimonio fue inminente. El proceso de divorcio se ha llevado con total discreción y tanto Iñaki Urdangarin como la infanta Cristina han permanecido lejos de la luz pública. Sin embargo, el pasado sábado el exdeportista fue captado de lo más sonriente durante la semifinal de la 'Final Four de la Champions' donde el Barça superó al Kiel por 34-30.
Durante el entretiempo de los partidos es normal que las cámaras hagan un recorrido hacia las gradas. Ese fue el momento exacto en el que Iñaki Urdangarin ha sido visto alegre, radiante y bromista. El exduque de Palma celebró con un icónico e improvisado baile la victoria culé.
Las imágenes enseñan a un Iñaki Urdangarin completamente diferente, se podría decir casi renovado. Y es que, durante su matrimonio con la infanta Cristina y ante todas las dificultades a las que hizo frente, este estuvo acompañado por una cara llena de tristeza y preocupación. Aunque a veces sea difícil de creer, la vida dentro de una de las familias más importantes del país no es tan placentera como parece, dada la presión que implica formar parte de la monarquía.