La Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid ha comenzado con el primer acto oficial de la reina Letizia junto a Jill Biden, la primera dama de Estados Unidos. La royal ha sido la anfitriona de las parejas de los 44 mandatarios que se han dado cita en la capital. La monarca ha desplegado un rol muy significativo para la que fue una cita histórica, ya que se trata de la primera cumbre que la organización llevaba a cabo en nuestro país en los últimos 25 años.
Durante el transcurso de la semana, doña Letizia será la mejor guía para enseñar algunos de los lugares más destacados de la capital. La esposa del rey Felipe VI tiene en agenda una visita a Segovia para recorrer el Real Sitio de La Granja de San Ildefonso y luego por el Museo Reina Sofía. Pasarán también por el Teatro Real para participar de una cata de aceites nacionales y concluirá el itinerario con un plan cultural de música ópera en vivo.
Desde la entrada al Palacio de la Zarzuela, la reina Letizia esperaba a la primera dama de los Estados Unidos, Jill Biden, para recibirla con un saludo muy afectivo y familiar. Luego del posado y de los actos protocolarios, acudieron juntas a una visita de carácter social en la sede de la Asociación Española Contra el Cáncer.
La monarca ha sido una anfitriona perfecta y ha estado a la altura de las circunstancias. Asimismo, ha sido todo un acierto la elección de su atuendo, al que le ha dado un elegante toque español. La reina Letizia lució un ceñido vestido azabache con lunares blancos que el diseñador sevillano José Hidalgo había creado especialmente para la ocasión. Como puede observarse, fue una cita muy importante para el futuro de la organización.